Cuando todavía vivía con mis padres recuerdo sentarme en el salón de casa rodeada de los libros de cocina de mi madre buscando recetas para experimentar. Este bizcocho, o uno muy parecido, me llamó la atención porque utilizaba Maizena©. Así que rápidamente me puse a ello y recuerdo que salió muy rico. Pasados ya casi 20 años de eso he intentado encontrar ese recuerdo y este es el resultado, un bizcocho originario de Austria delicioso.
Ingredientes (para un molde con agujero de 24cm):
- 220g de mantequilla a temperatura ambiente
- 220g de azúcar blanca
- 4 huevos
- 200 g de harina de trigo no leudante
- 100g de Maizena©
- 10g de impulsor (Royal©)
- 1 limón (ralladura y zumo)
- 1 pizca de sal
Preparación:
Precalentar el horno a 175º. Preparar el molde y reservar. Pesar y preparar todos los ingredientes. Tamizar la harina con el impulsor y la sal. Cascar los huevos en un bol y batirlos levemente. Reservar.
Batir la mantequilla hasta conseguir ponerla en punto de pomada. Añadir el azúcar y seguir batiendo hasta obtener una crema suave. Añadir la ralladura de limón y mezclar. Añadir los huevos batidos en forma de hilo mientras seguimos batiendo. Si la mezcla adquiere una consistencia como cortada, no pasa nada, al añadir la harina se arreglará. Añadir poco a poco la harina alternando con el zumo de limón y mezclar hasta obtener una masa suave pero bastante espesa y muy esponjosa.
Pasarla al molde y hornear durante 40 minutos más o menos, dependerá del horno, hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio.
Dejarlo atemperar 10 minutos en el molde. Desmoldar y enfriar encima de una rejilla.
De consistencia ligeramente arenosa (de ahí su nombre) sorprende al primer bocado, pero pasado ese momento no puedes dejar de comerlo!
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