Los muffins más habituales son los de arándanos o grosellas, pero como en las fruterías del barrio no tenían me tuve que conformar con las tan socorridas fresas. Le añadimos unos trocitos de chocolate blanco y... voilà! El bocado perfecto!
Ingredientes (para 12 muffins grandes):
- 300g de harina de repostería
- 2 cucharaditas de café de impulsor (Royal©)
- 175g de azúcar
- 1 huevo (tamaño L)
- 1 cucharadita de café de extracto de vainilla
- 250ml de leche
- 50g de mantequilla derretida a temperatura ambiente
- 100g de fresas en trocitos
- 150g de chocolate blanco en daditos
Preparación:
Preparar y pesar todos los ingredientes para que atemperen fuera de la nevera un poco.
Siguiendo el "Muffin Method"poner todos los ingredientes secos, menos las fresas en un bol. Mezclar muy bien con las varillas, queremos que el impulsor se funda con la harina y el azúcar. Hacer un volcán en el centro y reservar.
Por otro lado, batir el huevo, añadir la leche y la mantequilla y mezclar. Volcar esta mezcla en el volcán de los ingredientes secos. Añadir ahora las fresas y mezclar con movimientos envolventes con cuidado de no maltratar mucho las fresas para que no tiñan la masa de rosa. En el momento desaparezca la harina seca parar. No sobremezclar!
Encender el horno a 220º y dejar reposar la masa mientras para que se acabe de hidratar la harina.
Repartir la masa en las cápsulas equitativamente.
Hornear alrededor de 15 minutos (dependerá de cada horno), o hasta que empiecen a estar dorados y al insertar un palillo en el centro salga prácticamente limpio. El muffin es una magdalena húmeda, cuidado con no pasarse de horneado!
Al acabar el primero, suspiraréis por otro más...!
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